viernes, 27 de marzo de 2009

Pamplona no es la estepa rusa

El domingo íbamos a comer a casa de mi madre. En el último momento se me ocurrió que podíamos ir en autobús. Como mi mujer trabajaba tendría que ir yo solo con Cristina y Leyre.

No estaba muy convencido, el trayecto sin ser muy largo sí que podía tener inconvenientes, y las reacciones de Cristina a veces son imprevisibles. Así que le pregunté qué pensaba: -"¿Cristina vamos en autobús a casa de la abuela?" Rápidamente me contestó: -"¡Sí!" Le volví a preguntar: -"¿Te portarás bien?" Su respuesta volvió a ser inmediata: -"¡Sí, bien!"

Leyre tampoco estaba convencida pero al final nos decidimos, y con el mismo espíritu con el que Miguel Strogoff se lanzó a atravesar la estepa rusa, nosotros nos lanzamos a atravesar Pamplona e intentar llegar a nuestro destino fuese como fuese.

Llegó el autobús y nos montamos. Al principio, Cristina se quiso poner al final del todo, luego en medio, por último, encontró su sitio ideal en el asiento justo detrás del conductor.

El viaje de media hora resultó bastante tranquilo y sin contratiempos. Algunos intentos infructuosos por parte de Cristina por llamar la atención del conductor, que por supuesto no le hizo el menor caso.

Lo que parecía una gran aventura, no pasó de ser un mero trayecto en autobús urbano. Ni Julio Verne podría basarse en ella para escribir alguno de sus famosos relatos.

Aunque este viaje bien puede ser el origen de nuevos retos; porque yo espero grandes cosas de Cristina pero de momento empezaremos por las pequeñas.

7 comentarios:

  1. Que bien, se lo tuvo que pasar en el autobus, toda una aventura para ella. Nosotros hemos idos este fin de semana pasada a Barcelona en tren, y no veas lo que han armados los dos.
    A veces cuando esperamos el peor comportamiento, estos niños nos sorprende. Besitos

    ResponderEliminar
  2. MUY BIEN confía en ella, en todo caso no te importe los que miran!!!...ISA con su viaje me ha hecho reír como loca!!!...mis besitos a las niñas!!!

    ResponderEliminar
  3. Bueno, no es la estepa Rusa, pero media hora en un autobús para Cristina ha debido de ser por lo menos como un viaje intenso. Me alegro que todo saliera bien. Yo temo la reacciones de Gloria en lugares públicos, por lo intensas que pueden ser a veces, y lo mal que lo pasa ella, pero la única manera de hacerlo es probándolo. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. paraayudaratomas.blogspot.com28 de marzo de 2009, 22:28

    A Tomi le encnata el autobùs. Mis tres hijos van de asiento en asiento porque es comùn en los niños.
    Què pena que el conductor no le haya hecho caso!. La respuesta que le hubiera dado Cristina no puede ser igual a la de la calle. Èl se lo pierde!

    ResponderEliminar
  5. ¡cuánto me alegro!, uf, lo que nos costó a nosotros que Erik montara en un autobús. Le aterraba el sonido de las puertas al abrirse y cerrarse. Incluso al pasear, si nos acercábamos a una parada de autobús, echaba a correr si no lo sujetábamos.
    Ya ha pasado, menos mal.
    Así que BRAVO POR LA SUPERCAMPEONA.
    besotes.

    ResponderEliminar
  6. Qué poquito tiempo hemos tenido para conocernos Fernando...
    Voy corriendo pero feliz por decirte que te espera un premio en hastalaluna.
    Pasate por allí :)
    http://hastalalunaidayvuelta.blogspot.com/2009/03/los-premios-son-algo-mas-que.html
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. paraayudaratomas.blogspot.com3 de abril de 2009, 10:21

    Un premio para ustedes!!! Pasen tambièn por el de Tomi

    ResponderEliminar