sábado, 27 de junio de 2009

Cristina en el laberinto


Senda Viva es un parque medio de atracciones, medio zoológico, situado junto a las Bardenas Reales. El año pasado estuvimos dos veces, al principio y al final del verano. En ambas ocasiones lo pasamos genial.

La primera vez que estuvimos nos dedicamos la mañana entera a dar vueltas por el parque descubriendo las atracciones y viendo los animales que pululan a sus anchas. Después de comer, Cristina ya nos dijo a dónde quería ir: - "Vamos al agua choff-choff"

Nos costó saber qué nos estaba pidiendo hasta que nos dimos cuenta que quería ir al laberinto de los chorros de agua que suben y bajan. Los chorros aparecen y desaparecen en distintos lugares mojando a todo el mundo que está dentro.

La segunda vez que fuimos nos dijo lo mismo y la llevamos otra vez. Ella se quedó dentro y nosotros fuera. Como sabíamos que disfrutaba no le prestábamos excesiva atención. Así que no nos dimos cuenta que los chorros de agua se habían parado y la gente abandonaba la atracción.

Extrañados vimos venir a Cristina y al encargado detrás de ella diciéndonos que había tocado algún botón y la atracción se había parado, además no podía ponerla de nuevo en marcha. Así que gracias a Cristina un montón de niños tendrían que buscarse otro modo de divertirse.

Nosotros, un poco apurados, también nos fuimos. Pero a última hora, cuando nos íbamos a casa vimos que los chorros volvían a hacer "choff-choff", y ya nos quedamos más tranquilos.

Este año volveremos, nosotros pondremos de nuestra parte para que Cristina no toque ningún botón, pero espero que el parque los hayan quitado de su alcance...

domingo, 21 de junio de 2009

Educar en valores


El otro día nos contó Mamen, la profesora de Cristina, que habían tenido una celebración en la capilla del colegio. De entre todos los niños que estaban allí a Cristina le tocó por azar leer una frase y según nos contó Mamen lo hizo muy bien.

Lo que más me llama la atención es que nos dijera que por azar le tocó a ella. Me parece que con esa frase se puede entender el tipo de educación que Cristina y el resto de sus compañeros han recibido durante este curso en su colegio.

Ahora, se dice que a los niños ya no se les educan en valores, sin embargo, Cristina y sus compañeros sí que tuvieron la posibilidad de aprender algo muy importante acerca de la dignidad de las personas. Porque si Cristina podía leer la frase tenía que tener la posibilidad de ser elegida para leerla.

Naturalmente que fue el azar quién decidió que Cristina leyera en la celebración, pero fue porque alguien decidió que tenía que estar allí en ese momento y participar lo mismo que sus compañeros.

P.D.: Ahora que ha llegado el fin de curso, muchas gracias a todos los profesores de Cristina por vuestro esfuerzo, especialmente a Beatriz.

viernes, 12 de junio de 2009

Aprendemos los dos


Todas las semanas Cristina acude a clases de Logopedia. Este último mes cada vez le cuesta más. La semana pasada pensé que no conseguiría sacarla de casa, se empeñó en que no quería ir. Al final, fue su madre la que consiguió convencerla.

Cuando salió de casa iba tan contenta por la calle y, según Raquel su logopeda, estuvo toda la clase feliz y muy trabajadora.

El martes pasado se me ocurrió otra cosa para que quisiera ir. En el cole le están enseñando las horas. Por la tarea que trae vemos que es capaz de decir cuando son las horas en punto y cuando son las medias.

Así que le dije: -"Cristina, hoy vamos a ir con Raquel..." Inmediatamente me miró, torció el gesto, y ya me iba a lanzar su "No" más contundente.

Pero entonces yo seguí con la frase: -"... pero iremos a las 5 en punto." Entonces se relajó, y los argumentos que tuviera para negarse se esfumaron al momento.
Cuando llegó la hora le dije que eran las 5 en punto y nos fuimos sin ningún tipo de problema.

Ella va aprendiendo cosas nuevas como las horas, pero yo también tengo que aprender a meter en su mundo todas esas nuevas cosas. Antes, valía con órdenes cortas y sencillas, pero cada vez más las órdenes tienen que ser razonadas con ella.

jueves, 4 de junio de 2009

Una receta rica, rica


Uno de los platos preferidos de Leyre y Cristina para cenar es una simple tortilla de quesito. Además a Cristina le gusta ayudarme a prepararla. Así que aprovecho para poner en práctica lo que nos ha enseñado Raquel, su logopeda.

Hacemos listas donde vienen numeradas las cosas que va a hacer Cristina. La diferencia con la agenda de pictogramas es que ya no existen los dibujos.

En la foto de arriba ha escrito la receta de la "Tortilla de quesito". Sólo aparecen los ingredientes. Porque además de ellos Cristina ha incorporado una serie de "aderezos" a la tortilla. Por ejemplo: entre los puntos 2º y 3º, siempre coge el último huevo y con mucha ternura le canta la canción de la Gallina Coco GuaGua de Enrique y Ana

Incluso las primeras veces se llevaba el huevo a su habitación para cantarle allí la canción. Había cierta tensión, porque no sabíamos si el huevo iba a volver entero o si se lo iba a guardar entre sus "tesoros". Pero no, el huevo siempre acababa junto con sus compañeros.

La receta es muy fácil y sencilla de hacer, pero en el caso de Cristina se complica un poco más, porque no le gusta el tacto ni del queso ni la clara del huevo, y hace verdaderos esfuerzos para tocarlos lo menos posible.

Al final todos los ingredientes terminan en la sartén, y una vez hecha es devorada por Leyre y Cristina. Y así hemos unido educación y cocina. Ni Karlos Arguiñano.