viernes, 30 de marzo de 2012

Un muñeco con capuchón

Cristina fue con su madre a ver una exposición  de PlayMobil. En casa también tenemos algunos y cuando volvió se acordó de cuatro que tenía en su habitación.

Todos con gorro, excepto uno, que por no tener no tenía ni pelo. - "¿Dónde está el gorro?" Era la pregunta que nos hacía a cualquiera que estuviéramos cerca.

No le hacíamos demasiado caso porque, en nuestro mundo, un muñeco sin gorro puede vivir sin problemas  con otros que sí lo tengan. Pero en el suyo esa falta de uniformidad hay que solucionarla.

El domingo nos fuimos de excursión -junto con los Playmobil- y comimos nuestros bocadillos de tortilla bajo la sombra de una encina. El suelo estaba lleno de capuchones de bellota. No le fue difícil encontrar uno de la talla del muñeco, solucionar la diferencia de vestuario y restablecer el equilibrio perdido.


7 comentarios:

  1. Jajajaja, es que el muñeco lo mismo tenía frío... Lo que no se les ocurra. Un besazo.

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  2. Te sigo hace tiempo, me encantan estas pequeñas historias

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  3. jajajaj muy bien por cristina!!!! ella solita soluciono el problema!!!!
    besotes!!

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  4. Ayer estuve en Pamplona por lo del día del autismo y para ver esta exposición... qué pena no vernos....
    Buenísima idea lo del gorro... a partir de ahora más de uno seguro que hace lo mismo...

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  5. ¡Qué bueno! Ahora la McGiver es ella.

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  6. Buenos días Fernando. Los clicks han sido mis juguetes favoritos. Son los 3€ mejor invertidos después de la exposición del Baluarte de San Bartolomé. La eco-gorra es muy ingeniosa, queda bien y como bien dices repara un agravio equilibrando todo un mundo; ¡me gusta! Un abrazo.

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