Alguna vez nos habían comentado los beneficios que el Judo tenía para los niños con autismo, así que este curso apuntamos a Cristina a clases de este Arte Marcial.
Supongo que entre los beneficios que ha podido obtener Cristina figurarán, el compañerismo, el autocontrol, etc. Además de practicar deporte.
Así que cuando este viernes -después de su última clase- traía en las manos el diploma que le hacía acreedora de su cinturón "Blanco-Amarillo" no he podido más que sentirme orgulloso y feliz de mi hija. Pero no sólo por el diploma.
Porque nadie me había comentado que yo también me iba a beneficiar de sus clases: El día que tocaba Judo, iba a recogerla al cole, con gran satisfacción por parte de los dos. Después, tranquilamente y hasta la hora de clase nos íbamos a merendar a una cafetería disfrutando de la mutua compañía.
Pero lo mejor fue cuando la semana pasada tuve la gran suerte de verla en acción entre decenas de Judokas. Y comprobé que efectivamente el diploma era más que un diploma.
Pero lo mejor fue cuando la semana pasada tuve la gran suerte de verla en acción entre decenas de Judokas. Y comprobé que efectivamente el diploma era más que un diploma.