viernes, 25 de enero de 2013

Esa botella

El ordenanza del lugar donde trabajo tiene, encima de su mesa, todos los días una botella de agua, pero siempre está tumbada. Me llamó la atención el primer día que la vi  pero no le di importancia.

Los siguientes días he seguido viendo que siempre deja la botella en la misma posición. Hoy he sentido tentaciones de acercarme a su mesa y ponerla en posición vertical.

Pero me he dado cuenta de que el estado en que se encontrase sería indiferente para el devenir futuro y además puede que exista una razón para que esté así. Finalmente he olvidado el dichoso envase. Pero no he tenido más remedio que acordarme de Cristina, estoy seguro de que ella no hubiera podido controlarse y habría colocado la botella en su posición lógica.

Por un momento me he sentido más cercano a ella y quién sabe, también más cerca de entenderla.




2 comentarios:

  1. Buenos días Fernando. Yo también tengo ese impulso hacia el orden. Con las botellas supongo que es pura experiencia/desconfianza sobre el sellado del mecanismo de apertura y cierre. Colocar un cilindro sobre su generatriz es inestable si no dispone un dispositivo coercitivo.Un abrazo.

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